EN EL CAMINO DE LA ACREDITACIÓN EDUCATIVA
Nuestra Política Educativa Nacional vigente, tiene como Marco Normativo a la Declaración de los Derechos Humanos, que en su artículo N° 26, a la letra señala: “Toda persona tiene derecho a la educación…”; a nuestra Constitución Política, que en su artículo N° 13 indica: “La educación tiene como finalidad el desarrollo integral de las personas...” y uno de sus ejes fundamentales es la Ley General de Educación N° 28044. Dicho documento tutela las actividades educativas en todo el país y garantiza la calidad del servicio educativo que se ofrece tanto en Instituciones Educativas públicas como privadas.
Brindar un servicio educativo de calidad es una preocupación de casi todos los países en el mundo. Por lo tanto, nuestro país no es ajeno a esta responsabilidad.
En los últimos gobiernos, y dados los resultados de las evaluaciones internacionales, como PISA, hemos observado una mayor preocupación sobre este aspecto. A fin de mejorar nuestra calidad educativa, se han implementado una serie de medidas como, las capacitaciones docentes, la creación de un nuevo Diseño Curricular Nacional, entre otras.
Bajo esta coyuntura nacional, “nace” el año 2006, la Ley N° 28740. Ley del SINEACE. Cuyo objetivo principal es mejorar la calidad de los servicios educativos en todas las etapas, niveles, modalidades, formas, ciclos y programas e instituciones del país. Las funciones están orientadas dentro de un enfoque sistémico que conlleva al cumplimiento de los objetivos.
Los órganos encargados de operar el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa son: IPEBA, CONEACES Y CONEAU.
El órgano operador, que compete a la Educación Básica Regular y Técnico Productiva es el IPEBA, encargado de definir los criterios, estándares e indicadores para garantizar, en las instituciones educativas los niveles óptimos de calidad, así como alentar las medidas requeridas para su mejoramiento.
Los procesos:
a) Autoevaluación
b) Evaluación Externa
c) Acreditación
Lograr la Acreditación de las Instituciones Educativas, debe ser el gran propósito de todos quienes estamos comprometidos con el quehacer pedagógico. A todos los niños y jóvenes del país les asiste este derecho y en nuestras manos de maestros, está el hacer de este derecho, no una utopía, sino una REALIDAD.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
